Tratar nuevamente este tema (o polémica) es algo que me cansa, incluso me aburre, porque sobre todo se trata de una discusión inane y sin trascendencia teniendo en cuenta los muchos problemas que tiene la fiesta. Problemas sin resolver y que pasan de largo cuando surge esta discrepancia a la hora de valorar el papel de la mujer y de la Falla en la más importante manifestación festiva de Valencia.
Y se preguntará el lector: entonces, ¿por que reavivas la polémica?, ¿por que escribes sobre algo que te parece intrascendente?.
Las respuesta a estas preguntas es muy sencilla: defenderé hasta la saciedad la importancia de la mujer en la fiesta al igual como defenderé la importancia de la Falla, como arte efímero, como elemento fundamental de la misma.
Dentro de los mal llamados “peineteros” o “monumentalistas”, me considero “monumentalista” pero jama negare el papel de la mujer a lo largo de la historia de las Fallas y el papel protagonista que tiene en la actualidad. Negación que si proclaman algunos como bandera pero que a la hora de la verdad, en su negación, lo primero que hacen es hablar de la mujer y la mujer fallera.
Extraigo algunos párrafos del artículo sobre este tema que ya escribí para el llibret de la falla Borrull – Socors, si mi memoria no falla en la edición de 2013, actualizado a las fechas que vivimos:
Su buen hacer y saber las han llevado a ocupar grandes responsabilidades dentro de nuestra fiesta y que les ha supuesto ostentar un protagonismo que en los comienzos de la misma no tenían, es más, hasta yo diría que prohibían.
Con el devenir de los años ya no encontramos aquella Fallera Mayor cuyo papel principal era el de “figurar” y cumplir con lo estipulado. Desde Pepita Samper, quien en su reinado de Mis España de 1929 ya hacia funciones de imagen de las Fallas, o Amparito Albors considerada la primera Fallera Mayor de Valencia elegida oficialmente en 1934 (Información de www.distritofallas.com) hasta la actual Alicia Moreno Morales recientemente elegida, el papel realizado en este cargo ha adquirido no solamente funciones de representación, sino que además, es modelo para todo el colectivo fallero femenino y su influencia en la actualidad fallera es claramente incuestionable.
Dejando a un lado esta representación única e insustituible de la Fiesta, encontramos a la mujer cuyas funciones tienen la potestad de ostentar responsabilidades importantes Vicepresidentas de Junta Central Fallera, presidentas de Agrupaciones de Fallas, de comisiones de Fallas y también sin olvidarnos del papel que realizan en cargos menores pero efectivos e influyentes a la hora de toma de decisiones.
Pero la mujer fallera se encuentra con una contrincante difícil de batir y que su protagonismo es aún mayor que el de esta. La Falla, el monumento fallero, gana en puntos a la hora de graduar la importancia de ambas. Las preguntas, ¿tienen respuesta? ¿Qué sería de la Fiesta sin las Fallas?; ¿Qué sería de la Fiesta sin la presencia de la mujer?; ¿podría la fiesta subsistir sin alguna de las dos? , el debate está ahí y en el seno de las propias Comisiones de Fallas, ¿peineta o falla? Que cada cual responda a estas cuestiones, lo que si queda claro es que el/la “monumentalista” ya sabe cuál es y el/la “Peinetero/a” (perdón por la expresión) también.
La conclusión a todo esto queda clara y es rotunda: ¿en cuántas fallas a lo largo de la historia es y ha sido figura principal y protagonista la mujer?.
Por lo tanto Señores, dejemos de perder el tiempo que la cosa está como el agua y ocupémonos de lo que verdaderamente importa que hay mucho por hacer y más por resolver.
Publicado: D. Falleret – Enero de 2016