En primer lugar, me gustaría enviar un mensaje de ánimo a todos y desear que muy pronto podamos volver a estar reunidos en torno a una mesa debatiendo sobre lo que más nos gusta, las Fallas. Intentaré explicar mi punto de vista sobre la situación actual de la Fiesta y de los artistas falleros.
Repito, lo que voy a expresar a continuación es mi opinión y mi visión del asunto, no pretendo dar una lección magistral, ni tener la verdad absoluta, nada más lejos de la realidad y los que me conocen bien lo saben.
Tengo que empezar diciendo que me da la sensación que desde que se suspendieron las Fallas de 2020 y empezó el confinamiento estamos en un bucle fallero, un bucle peligroso que nos impide avanzar y tomar decisiones. ¿Por qué digo esto? Pues es muy sencillo, porque considero que todas las partes implicadas estamos pensando demasiado en el 2020 y eso nos impide arrancar el año 2021. Aunque suene contradictorio y así lo he he expresado numerosas veces, para mí las Fallas 2020 están quemadas. Sí, las Fallas 2020 están quemadas y finiquitadas aunque todos los cadafales sigan almacenados en las naves de los artistas o en la Feria de Muestras a la espera de que el fuego las devore y ponga fin a un ciclo.
Mientras tanto, el tiempo avanza, lentamente pero avanza y la situación de parálisis que vive España parece haber contagiado también a las Comisiones Falleras y eso es algo que me preocupa mucho y me explico; Considero que debemos ser conscientes de la grave crisis económica que se avecina en cuanto todo vuelva a una supuesta “normalidad” y como siempre las Fallas no pueden ni deben ser ajenas a esta realidad.
Esa crisis se va a traducir en bajas de falleros en las Comisiones, también en ingresos de patrocinio, Falleros de Honor, anunciantes de Llibret, etc por lo que vamos a estar obligados a aplicar una economía de trinchera para 2021 o eso nos puede conducir a que el año 2022 sea también un desastre a nivel de números. Este bicho invisible llamado Coronavirus no solamente se está llevando muchas vidas, también muchas ilusiones y nos genera un miedo que nos impide ver el futuro con optimismo.
Mientras seguimos debatiendo si las Fallas van a celebrarse o no en julio o si sería más conveniente realizarlas en octubre, si deben repetir o no las Falleras Mayores de las Comisiones y qué hacemos con los cadafales que tenemos almacenados, no nos damos cuenta que estamos a finales de abril y el ejercicio 2021 todavía está sin arrancar.
Mientras tanto, nuestros artistas falleros desde Benicarló hasta Alicante, siguen, en su gran mayoría, sin tener noticias de sus Comisiones y por tanto, desconocen cuándo van a poder empezar a cobrar las mensualidades correspondientes a las Fallas de 2021. Y para muchos, entre los que me incluyo, los artistas no son solamente una parte esencial de la Fiesta, es que son casi héroes por permitirnos hacernos soñar año tras año con sus obras de arte y por hacer que nuestras Fallas sean una fiesta única en el mundo entero, pero por otra parte, tanto ellos como sus familias así como sus empleados, también son humanos y necesitan comer todos los días, algo que parece que olvidamos con suma facilidad.
Estamos escuchando desde hace mucho tiempo que la profesión de artista fallero está herida de muerte y prueba de ello es la cantidad de talleres que están cerrando año tras año. En manos de todos los falleros está el evitar que estos cierres se multipliquen exponencialmente en breve espacio de tiempo.
Quiero agradecer públicamente a Carlos Galiana, Concejal de Cultura Festiva y Presidente de JCF así como a Guillermo Serrano, Presidente de la Interagrupación de Fallas de Valencia, la gestión para que las Comisiones pudieran cobrar el 62,5% de las cantidades declaradas en 2020. Es importante que seamos responsables y consecuentes y que dicha cantidad, que va a suponer un alivio fundamental para la economía de las Comisiones, vaya destinada íntegramente a la construcción de las fallas de 2021 y no se desvíen a otras partidas porque entonces, además de no haber entendido nada, supondrá la estocada definitiva a una profesión única y centenaria que amamos y que además, necesitamos.
Pertenezco a una Comisión modesta, Doctor Serrano – Carlos Cervera – Clero, una Comisión que destina el 40% de su presupuesto anual a sus dos fallas y allí tenemos muy clara una frase que se ha convertido en lema y que deberíamos grabarnos todos a fuego: “SOMOS FALLEROS PORQUE PLANTAMOS FALLA”.
La solución está en nuestras manos, el futuro de la profesión también. Es momento de diálogo, de consensos, de acuerdos entre todas las partes implicadas. No es el momento donde cada uno haga la guerra por su cuenta ni de lanzar comunicados incendiarios que no reflejan la voluntad de todo un colectivo. Debemos ir juntos de la mano porque los éxitos o derrotas de una parte, también repercuten en la otra. Estamos en un mismo barco que no debe hundirse o nos hundiremos para siempre. Y con dicho barco, también se hundirá la que presumimos que es la mejor Fiesta del mundo. #TORNAREM
* Emitido en el programa Hablemos de Fallas en la UPVRadio de 29/4/2020