Desde la Agrupación “El Pilar Sant Francesc” surge la idea de crear un premio propio en la intención de reconocer la labor de una persona o colectivo, digno de ser valorado socialmente dentro del ámbito fallero y en particular del ámbito de esta Agrupación.
Ya en ejercicios anteriores, en anteriores directivas, surgió la intención de su creación, pero no se ha terminado de darle forma definitiva hasta este ejercicio 2023-2024.
En su inicio siempre se ha buscado un reconocimiento propio y a la vez, un reconocimiento en aquello más anónimo y silencioso, pero imprescindible en nuestra actividad fallera.
Esta reflexión y junto a la búsqueda de algo que fuera propio de la agrupación van a surgir varias ideas alrededor de dos símbolos de nuestra Agrupación: el gremio de carpinteros y el barrio de Vellluters.
Las Fallas nos traen a la festividad de Sant Josep, quien se halla más en “la sombra” e ignorado en la Semana Fallera frente a otras figuras.
A la vez, históricamente, aun estando a la sombra, su figura ha sido fundamental en el desarrollo posterior de la historia y cultura occidental.
Aproximándonos a su figura, también es el patrón del Gremio de Carpinteros, y el trabajo de este, la carpintería y las estructuras de madera, son la base de toda falla que se planta en la calle. Estructuras y carpintería que no se ven, pero que están ahí y contribuyen a dar forma y estabilidad el trabajo del artista fallero.
Esto nos trae a reconocer lo anónimo, aquello que solo los más cercanos conocen y valoran, pero que son base para el desarrollo posterior.
De igual forma ocurre en el trabajo de la seda. La indumentaria valenciana, ya sea de hombre o mujer, niña o niño, se cimenta en la seda, en el arte de entrelazar esos hilos que dan forma a verdaderas joyas artesanales y que lucimos orgullosos cada vez que podemos. El barrio de Velluters, que ocupa gran parte de nuestra Agrupación, fue un fiel reflejo de ese trabajo durante muchos años. Trabajo que necesita de una materia principal: la seda.
Seda que nace a partir de unas menudas lombrices, conocidos como gusanos de seda, que tan bien hemos conocido en nuestra infancia. Esos gusanos, tan menudos, tan “feos” que terminan creando algo tan bello como la seda. Es el comienzo de algo que posiblemente esté esperando convertirse algún día en visible y hermoso.
De ahí nace este premio, “Cuc de Seda”. El reconocimiento al trabajo anónimo, pero necesario en el colectivo fallero. En su dos modalidades: interno de la Agrupación y externa en el resto del mundo fallero.